La intuición es algo muy poderoso que desde que nacimos nos han enseñado a ignorar.
Es esa cosa que nos dice lo que se supone que deberíamos estar haciendo. No suele ser super clara, pero está ahí.
Pero en nuestra cultura no se le da importancia a la intuición. Eso es porque nos quieren vender "un mapa".
Un mapa con una línea punteada marcando el caminito que TENEMOS que seguir, y al final una cruz con el supuesto objetivo por alcanzar. “Estudiarás, tendrás calificaciones altas, luego tendrás una trabajo, luego tendrás otro trabajo, luego otro, un acenso, luego un par de hijos, una casa...” y así sigue la línea punteada del mapa hasta el final.
Nos venden ese mapa una y otra vez. Ha sido así por siempre. Es muy fácil verlo cuando paramos un segundo a pensar.
Pero en realidad, nosotros no tenemos un mapa. No existe tal mapa. ¿Acaso las cosas te han salido tal cual como las planeaste hace 10 años? Probablemente no.
El mapa que nos han querido vender no funciona. Nosotros no venimos a este mundo con un mapa. Lo que traemos es una BRÚJULA.
La brújula, a diferencia del mapa, te dice “es por ahí”. Te apunta hacia donde tenés que ir, en vez de decir qué camino exacto has de recorrer.
A la brújula no le importa tu camino, ni las cosas que se interpondrán en él.
La brújula te dice “es por acá!” y de repente te encontrás con un obstáculo. Y a la brújula le da lo mismo si al obstáculo le pasas por el costado, por arriba, por abajo o por el medio.
Y cuando sigas tu brújula (tu intuición, tu “llamado”, tu 6to sentido, tu corazón o como quieras llamarle), ni a vos te va a importar el obstáculo que se te ponga adelante.
Lo único que va a importar es que sepas hacia donde queda tu norte, y estés caminando en ese sentido.
Aprender a seguir tu brújula es lo más poderoso que vas a hacer y al mismo tiempo lo más difícil. Pero ni mil mapas juntos podrán mostrarte el camino hacia un tesoro más grande que alcanzar tu propio destino, siendo fiel a tu corazón.
“Confía en ti mismo. Sabes más de lo que crees que sabes” - Benjamin Spock.