No te quedes con el culo en la silla esperando a que algo pase. Salí a buscarlo.
No estás conforme con algo? Cambialo.
No estás conforme con vos? Cambiá.
Y si crees que no tenés la preparación necesaria, entonces preparate.
Leé, investigá, hacé, mové, aprendé, probá. Depende de vos. Todo es posible!
Todo es posible, si. Pero las cosas no suceden solas.
Nunca sabemos qué se nos va a presentar adelante en la vida. Hoy, mañana, el mes que viene o en los próximos 5 años.
Incluso las cosas más seguras, las que dábamos por sentadas, pueden cambiar de un día para el otro, como nos enseñó la pandemia.
Más que nunca es necesaria una actitud pro-activa. Saber qué queremos. Saber hacia donde queremos ir. Saber cuales son los pasos. Saber qué nos gusta y que no. Buscar, pensar, preguntarse, tomar nota.
Tenemos que estar preparados.
Preparados para la vida, para la próxima aventura, para la nueva realidad, para otra cuarentena, para el peor escenario posible o para la oportunidad soñada.
Solamente si sabemos quienes somos, qué queremos, dónde estamos ahora y hacia dónde queremos ir, vamos a encontrar el camino.
Solamente si sabemos cuales son las preguntas, vamos a encontrar las respuestas.
Y así, cuando hayamos logrado cumplir nuestro más grandes anhelos y estemos contando las anécdotas de las fantásticas cosas que nos pasaron en nuestra maravillosa vida, podremos sonreír y asentir cuando alguien venga y nos diga “qué suerte que tuviste!”
“La suerte es lo que ocurre cuando la preparación coincide con la oportunidad” - Seneca.